UNA Comunica – El viaje del tiburón martillo a bordo del R /V Range Rover

El tiburón martillo es una especie migratoria cuyas poblaciones declinaron drásticamente a nivel global producto de la sobrepesca, la contaminación y la degradación de hábitats. Incluida en la Lista Roja como una especie en Peligro Crítico de extinción desde 2018, la supervivencia del tiburón martillo depende de acciones concretas de conservación. 

En este contexto, conectar sitios oceánicos de importancia, como la Isla del Coco, la Isla Malpelo y las Islas Galápagos, con hábitats costeros como el Golfo Dulce y Golfo de Montico, será clave para salvarlo de la extinción.

Del 10 al 20 de noviembre del año pasado, un equipo multidisciplinario de científicos y conservacionistas, liderados por la Asociación Conservacionista Misión Tiburón e incluyendo académicos de la Escuela de Ciencias Biológicas de la Universidad Nacional, se embarcó en una expedición a bordo del R/V Range Rover.

Entre mayo y setiembre, las hembras del tiburón martillo regresan a aguas costeras para dar a luz sus crías en bahías, esteros y manglares. El objetivo de esta expedición fue comprender científicamente los patrones biológicos y ambientales que motivan al tiburón martillo a realizar grandes migraciones entre zonas costeras y zonas oceánicas. Además, se buscó identificar posibles amenazas de origen climático y antropogénico que pudieran enfrentar en su ruta migratoria. 

La expedición constó de cuatro estaciones de muestreo. La primera se realizó en Golfo Dulce, donde se caracterizó cada estación con variables oceanográficas y ambientales. También se analizaron los hábitats preferidos por tiburón martillo y otras especies migratorias clave que visitan este fiordo tropical, como cetáceos, aves y tortugas marinas, tiburones y rayas, entre otros. Adicionalmente, se recolectaron muestras de agua para analizar la presencia de microplásticos y bacterias. En esta labor participaron Karol Ulate coordinadora del Laboratorio de Estudios Marinos Costeros, y Luis Vega, investigador de la Estación de Biología Marina ubicada en Puntarenas, ambos académicos de la Escuela de Ciencias Biológicas. También se contó con la participación de Alexander Tisseaux del Departamento de Física de la UNA. 

La segunda parada de la expedición fue aproximadamente a 100 millas náuticas de Golfito, en una montaña submarina utilizada por pescadores deportivos y de pesca de palangre comercial denominada el Bajo del Banano. La tercera estación de muestreo se ubicó en una montaña submarina a unas 80 millas del Parque Nacional Isla del Coco, llamada el Bajo de la Papa. En ambos sitios se reportaron capturas de tiburones martillo y otros peces pelágicos. La cuarta y última estación fue el Parque Nacional Isla del Coco, donde se realizaron muestreos en sitios ubicados entre 10 y 3 millas náuticas alrededor de la isla. Se espera que los resultados de esta investigación estén listos en los próximos meses. 

 

Source
Laura Ortiz Cubero

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